Nuestras terapias comparten el objetivo de desprogramar lo aprendido que no resulta útil. Son terapias donde el cuerpo y la mente desaprenden patrones de respuestas fijas y disfuncionales. Desprogramar no es más que desaprender, algo especialmente importante en los casos en los que la persona ha vivido situaciones difíciles, que no consigue dejar atrás, que emiten un efecto sobre el presente, aunque ya hayan pasado. El objetivo en terapia no es olvidar, pues es una vivencia y, como tal, queda en la memoria biográfica, más bien se trata de reorganizar las vivencias, colocarlas, de verdad, en su sitio.
A veces, las consecuencias de estas experiencias se manifiestan en planos aparentemente no relacionados con la misma. Por ejemplo, un síntoma respiratorio en un aparato respiratorio sano, podría surgir como consecuencia de una experiencia en la que la persona sintió que se ahogaba. Podría darse el caso que no le viera relación a ambos hechos, porque esa sensación apenas tuvo importancia en el momento, o porque su mente le dice que ese momento ya pasó. Sin embargo el sistema límbico, y por extensión el cuerpo, podría haber registrado algún dato de la situación como peligroso, de manera que el sistema de alarma está en activo. Esta persona a pesar de no tener ningún problema orgánico en su aparato respiratorio, podría acabar tomando un medicamento específico sin que su problema respiratorio requiriera una solución farmacológica. En el mejor de los casos ese fármaco tendrá pocos y leves efectos secundarios. Este ejemplo sería uno entre miles de la aproximación clásica que hoy tiene la medicina convencional en el tratamiento de síntomas cuyo origen no es orgánico. En nuestra experiencia profesional vemos casos de síntoma físicos que tienen un origen no relacionado con una patología en el cuerpo, y que pueden aliviarse sin efectos secundarios.
Una vez descartados problemas fisiológicos, nuestro trabajo consiste en encontrar el origen de esos síntomas y buscar soluciones al sufrimiento. Este objetivo lo buscamos desde nuestra especialización en psicológica sanitaria, a través de terapias de equilibrio afectivo (ABT, por sus siglas en inglés), como EMDR avanzado, Terapia Sensoriomotriz y Mindfulness.
Deja tu comentario